silencio aturdidor, silencio aliviador, silencio incómodo,
silencio interrumpido, silencio pesado, silencio compartido,
silencio obligado, silencio insoportable, silencio olvidado.
En la mente, SILENCIO NECESARIO
"Silencio en la noche, ya todo esta en calma,
el músculo duerme la ambición descansa"
reza el tango, apenas balbuceando un paisaje descriptivo.
"El silencio es salud", la máxima popular se reiteraba impune
cual consejo para zafar de algún mal o enfermedad
que no era tal, sino mas bien el miedo a tantas amenazas.
El silencio no es miedo, así como Platón no es Aristóteles.
Será maestro del miedo, su fiel servidor conquistando almas,
excitándose aun mas si la oscuridad, en la noche, los acompaña.
La noche no es Sócrates ni el Magno, la noche es luna y arte,
no es maestro del maestro, no es discípulo del discípulo,
es solo ella, la noche es derroche de magia y tentación.
Musa mutante oscura que inunda el corazón de estrellas,
dibujando aves inciertas que nos visitan y nos habitan.
Silencio profundo, noche oscura, universo inalcanzable.
Paz, sosiego, calma, revelación, desvelo, inspiración.
Y sin silencios: el tango.
musica, ritmo y pasión, lamento y fuerza; traición y engaño,
emoción y arraigo, refuerzo de abrazo, liturgia de suburbio,
sazón desconsolada, pícara; derroche de amor sufrido, almibarado.
Voy a cantar mi tango, no se si será este, te digo a vos, auténtico enmascarado,
maestro en el insomnio, ni Sócrates, ni Magno, rey de tu propio mundo.
Rey de vientos, rey de mares, rey de excesos, rey de los pesares,
rey de corazones, rey de alcurnia, rey de mente, rey demente,
rey dolido, rey doliente, rey dormido, rey potente, rey del fuego,
rey arrogante...
esclavo en tu mente, tu tristeza, tu enojo y tu miedo.
El corazón, el chakra, el pechito, el alma, ese, el que duele,
hoy llama, hoy quema y pide a gritos revancha.
"Silencio en la noche, ya todo esta en calma,
el músculo duerme la ambición descansa"
"Silencio en la mente ya todo esta en calma,
que bueno si duerme y la ambición descansa"
Tantas palabras dicen poco mas que nada, quizás se cantan.
Rendirse dijo aquella mujer con ojos grandes y brillantes,
Silencio y Amor digo yo con ojos chinos muy cannabis.
Me gusta...
Surrender, apenas una palabra.
Yo me rindo al Amor, me rindo al silencio, disfrutándolo
y mis palabras son amor en mi cantar, ya no callo.
1-1-2013
Adrian Sujol©
