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a veces me pregunto porque las frutas que mas me gustan no se cultivan cerca de donde vivo...

viernes, 25 de febrero de 2011

Mensajero

Hola como estás?
No sé mi nombre, no lo recuerdo, en esta vida Adrian es uno de ellos.

Alguna vez un alguien que hablaba lindo, miraba profundo y estaba rodeado de hadas y duendes en un puesto callejero en una feria de artesanos intentaba explicarme algo de esto.

Sin venderme nada decidio hablarme, como si nos conocieramos, me paso muchas inquietudes de un mundo que yo no podia entender con mi pensamiento, asi fue que hablo de historias de Druidas y tantas  otras que hoy ni recuerdo.

No estaba solo aquella noche, testigos mudos de dicho encuentro, mi hermana, mi cuñado y Dani, ese flaco amable que cuando colapsaba salia corriendo.

Al rato de ese episodio inédito estaba comiendo una pizza con ellos, riéndome sin saber bien de que me estaba riendo.

Pasaron 10 años de eso y hoy un mensaje de texto pareció llegar de otro milenio, me lo enviaba Dani, es otro Dani, el suele recluirse cuando colapsa, no sale corriendo.

Hoy me mueve un inusitado deseo de compartir imágenes, reflexiones y vivencias cotidianas, intento amplificar y poner en palabras un mensaje que finalmente se hizo carne en mi cuerpo en este tiempo, luego de sacudirme insistentemente desde que tengo recuerdos.

Ya no puedo recluirme, ni tampoco salir corriendo.

Escribo con vértigo, recordando tantos hechos, tantas personas, un sinnúmero de anécdotas que conspiraron como en un cuento para cobrar sentido precisamente en este momento, es decir, el mensajero, en este caso, es parte del cuento.

Insisto, reitero, me digo: apenas soy un mensajero.

Esta claro que siempre me rodearon y me acompañaron muchos Maestros.

Los que aman, los que abusan, los que curan, los que golpean, los que acarician, los que gritan, los que escuchan, los que poseen, los que ríen, los que sufren, los que gozan, los que culpan, los que contienen, los que mienten, los que rezan, los que se aprovechan, los que viven, los que vuelven, los que sueltan, los que retienen, los que alientan, los que desesperan, los que maltratan, los que cuidan, los que acusan, los que defienden...
los que vienen! jajaja

Hoy, en este instante, mi mayor gratitud a todos ellos.

Sin pretensiones espero humildemente que mis palabras iluminen la consciencia y despierten en otros estas tres llamas de Luz, para que ellos a su vez sigan despertando las almas de otros mensajeros.

(Las tres llamas de los DRUIDAS)

Les regalo y les agradezco este instante.



La voluntad de mi Ser se hace Luz en cada tecla de mi teclado y me arrastra sin destino,
fluye en cada letra el deseo incontrolable de poner en palabras esa catarata de sensaciones que me abarcan desde toda mi existencia, en todos mis estadios y encarnaciones, transformandose hoy en mensaje escrito, verbal, virtual, global, sin autor, sin dueño, sin final.

Reconozco que he sido un mensajero desconfiado, dormido, perezoso, curioso, inquieto.

En esta vida el mismo mensaje aparecía una y otra vez.

Lo negué, lo abracé, lo olvidé, lo compartí, lo abandoné, lo entendí, lo odié,
lo di vuelta, lo acepté, lo cuestioné, lo recibí de otros, lo transmití a otros, lo viví
a veces con absoluta intensidad y HOY, justo HOY, comprendí que ya no hay tiempo.

Hoy puedo animarme a soltar y compartir.

Hoy me siento vivo. Despertando...