a pesar de los nervios seguía dibujada su mansa sonrisa,
seguia brillando su mirada clara, el frio mitigaba el fuego de su alma.
Vuelve contento, creyendo que todo y nada estaba por pasar en aquel momento,
los rulos se intuían en esa figura mixta de duende y guitarra,
se le escapa la sonrisa, la intuición lo relaja, los pasos se agigantan.
Se encuentran en la puerta, se funden en las miradas, suspiran,
se abrazan torpemente, amor de repente, duende, angel, guitarra,
desandan un pasillo, se internan sin preludio en el mundo de las almas.
Puro corazón humano, sincero, sin máscara, sereno y en calma.
Camina tranquilo, mira de frente, habla con la verdad, sin juicio, sin alarma,
la vida simple, sin plan, puro amor para dar, casi sin palabras.
Puro corazón humano, historia de vida difícil que no excusa ningún rencor,
presente que abarca toda su atención, mirada y sonrisa eternas,
amor intenso en cada acción, sin condiciones, sin estridencias.
Esos seres se aman, esos encuentros suceden, esas historias se cuentan.
Trascender lo concreto es disfrutar lo real, lo explícito es lo etéreo,
Amar es Ser fiel a uno mismo y dejarse llevar en cada encuentro.
